La Nación ¿Es bueno aburrirse? Los beneficios impensados de no hacer nada para la mente
18/02/2025
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La periodista y best seller norteamericana, que se hizo famosa luchando contra el modo en que las tecnologías consumen el tiempo libre, asegura que los momentos de aburrimiento son, en realidad, espacios de creatividad
El creador de la epistemología genética, el estudio de cómo se generan los nuevos conocimientos, reconocido por sus aportes al análisis de la infancia y por su teoría del desarrollo de la inteligencia, Jean Piaget, aseguraba que precisamente “la inteligencia es lo que usás cuando no sabés qué hacer”. Esta debe ser una de las ideas que inspiró a Manoush Zomorodi, una expresentadora de noticias de la BBC y especialista de negocios y tecnología en Reuters, quien, sorprendida por no poder soltar el ritmo durante los fines de semana, inició un camino diferente en cuestiones de comunicación y se abrió al mundo de los podcasts. “Reencontré la intimidad en ellos –cuenta–. Me permiten experimentar y compartir la emoción. Es una propuesta que parece bidireccional: te hablo y me escuchás mientras salís a correr o vas en el auto”. Estrenó Note to Self en 2012, allí explora la relación con la tecnología. En medio llegó un libro que se convirtió en best seller: Aburrido y brillante: cómo el esparcimiento puede desbloquear el yo más productivo y creativo.–¿Por qué tenemos miedo de aburrirnos?–Cuando estamos aburridos, nuestra mente comienza a divagar... y, a menudo, lo hace hacia problemas que necesitan solución. Estas dificultades pueden ser tan simples como qué preparar para la cena o mucho más serios como hacia dónde va mi pareja. En cualquier caso, resolver problemas es un trabajo duro para el cerebro. Es un órgano cómodo. Su área de confort es como el patio trasero de casa donde se relaja en pantuflas y deja que la máquina funcione sola. Es mucho más fácil distraernos con las redes sociales o los juegos, porque eso le evita al cerebro pensar. No es que le tengamos miedo al aburrimiento, sino que el cerebro, pensando como holgazán, lanza alarmas en contra de él. Cuando esa sensación aparece, se ve convocado a trabajar, a crear algo para salir de ella. Esencialmente espero que no te sientas culpable por no hacer nada.3 alimentos de consumo diario que afectan a los riñones y pocos lo sabenAl investigar sobre el ocio comprendí mejor la productividad que emerge cuando se le da tiempo al cerebro para procesar lo sucedido. Puedo darme permiso para no estar encendida todo el tiempo. Resulta que cuando te aburrís, activás una red en tu cerebro llamada modo predeterminado.–Los neurocientíficos aseguran que es necesario no hacer nada para encontrar creatividad. ¿Cómo funciona ese mecanismo?–¿Te ha ocurrido que aparecen soluciones a ese tema que te parecía imposible o ideas diferentes cuando te estás bañando, durante una caminata matinal o mientras cocinás? Esto se debe a que cuando el cuerpo se pone en piloto automático, el cerebro se ocupa de formar nuevas conexiones neuronales que conectan ideas y resuelven problemas. Aunque nuestro cuerpo funciona en piloto automático mientras realizamos tareas mundanas como doblar la ropa o caminar hasta la oficina, nuestro cerebro está trabajando arduamente. Una vez que empezás a soñar despierto y permitís que tu mente divague comenzás a pensar un poco más allá, lo que permite que se produzcan diferentes conexiones.–Ud. ha analizado con resonancias magnéticas cerebrales lo que ocurre en ese órgano cuando nos aburrimos. ¿Qué pasa allí dentro?–Tu mente comienza a conectar ideas dispares y a resolver problemas a medida que comienza a hacer algo llamado planificación autobiográfica, un proceso mediante el cual miramos atrás, tomamos nota de los grandes momentos, creamos una narrativa personal y luego fijamos metas y determinamos qué pasos debemos seguir para alcanzarlas.–Las pantallas han cercenado la oportunidad de aburrirse. ¿Qué estrategias propone para ganar esa batalla?–La tecnología ofrece una gran comodidad, pero esta comodidad tiene un precio. La moneda de la información es la atención. Se ha dicho un millón de veces, pero vale la pena recordarlo constantemente: apagar las notificaciones, eliminar las aplicaciones que te distraigan, sacar tiempo en tu calendario para pensar más profundamente. Aprendí a preguntarme cada tanto qué herramienta, app o plataforma me está ayudando y cuál me está perjudicando. Debemos aprender a distinguir esas soluciones que nos hacen la vida más eficiente y aquellas que nos abruman, nos demandan y convocan todo el tiempo. Cuando la respuesta es una duda, pongo una alerta y me propongo un descanso de ese recurso para evaluar su ausencia. Si la próxima vez que agarrás el teléfono te preguntás sobre qué estás buscando realmente, vas a reducir significativamente tu conectividad. Si la respuesta es que lo hacés para distraerte del trabajo por un rato de algo que te exige, en vez de sumergirte en la pantalla, es mejor tomarte un descanso, un paseo real, mirá por la ventana o da una vuelta manzana. Es preciso tener presente que al no hacer nada por un rato estás apostando a ser más productivo y creativo. Es posible que no te sientas cómodo con la idea al principio, pero poco a poco te vas a ir convenciendo del camino de eficacia al que vas a llegar gracias a esas decisiones.–Pasamos más tiempo ansiosos o angustiados que nuestros padres. ¿Podemos reponernos de esas sensaciones también?–Esa es una pregunta muy interesante, pero muy complicada. Creo que la respuesta es diferente para todos pero, por supuesto, la investigación muestra que la meditación, el ejercicio y la conversación en persona pueden ayudar a nuestra salud mental. La terapia, también, por supuesto. Personalmente, me gusta comprobar conmigo misma al final del día qué tal lo he estado haciendo. ¿Dónde tengo tensión muscular? ¿Qué me hace fruncir el ceño? Entender lo que me molestó física o mentalmente realmente me ayuda a restablecerme.La fruta que ayuda a disminuir el colesterol y a quemar grasas–Es persona a la que le gusta hacer cosas. El entusiasmo es una manera de sacar el aburrimiento de la vida. ¿Cómo crea sus propios momentos de aburrimiento?–Me encanta dar largos paseos sin escuchar nada. No llevo música, no escucho podcasts. Solo me llevo a mí. Los primeros 15 minutos son inevitablemente incómodos mientras trabajo en mi lista de tareas pendientes, en las cuestiones que me abruman o me preocupan. Pero después de eso, mi cerebro se pone en marcha para abordar ideas más grandes, extrañas y creativas. Realmente logro mis mejores ideas entonces. Lo curioso es que cuando ese tiempo no sucede por alguna cuestión coyuntural, extraño ese momento. Me vuelvo menos creativa. Mi cerebro reclama ese espacio de juego libre para él.–Se supone que la tecnología y el progreso nos han dejado más tiempo libre. Pero estamos más ocupados que nuestros padres. ¿Qué piensa sobre eso?–Creo que constantemente tenemos que recordarnos a nosotros mismos que no podemos hacerlo todo. Establecé prioridades, fijate qué es lo urgente que indefectiblemente necesitás hacer y lo que más deseás hacer. Está bien dejar atrás el resto. He rastreado pistas en las neurociencias y descubrí que cuando apagás tu mente, el modo predeterminado permite divagar por espacios creativos. Se tejen puentes impensables con los datos almacenados y produce lo que los científicos llaman planificación autobiográfica, que compone a dónde se desea llegar y cómo hacerlo.–Ha hecho una investigación entre la audiencia de su podcast, ¿podría contarme detalles de las conclusiones?–Invitamos a los oyentes a pasar menos tiempo en sus pantallas y les propusimos algunos desafíos sencillos como no sacar fotografías durante un día o eliminar la aplicación que más tiempo consume fuera del trabajo. Luego recibimos y clasificamos sus impresiones. Participaron 20.000 personas. Curiosamente lo que empezó siendo temido, el aburrimiento, terminó siendo masivamente descartado como un problema. Más del 60% de los participantes se reconocieron más creativos y productivos, con ideas surgidas de ese tiempo ocioso. Neurocientíficamente es así: cuando apagás tu mente, en realidad no se silencia, se activa.–¿Podría dar consejos para trabajar con niños y lograr que puedan aburrirse?–Empezaría por explicarles que cuando nuestra mente divaga, encuentra un modo de ser más creativo. Los invitaría a tomar un baño relajante y concentrarse solo en lo que están pensando. Les propondría abandonar el teléfono por un rato para leer un libro o escuchar música. Jugaría a acostarnos en el piso y mirar el techo por al menos un minuto, mejor aún si se puede hacer al aire libre y mirar el cielo. Les propondría que ayuden en casa en tareas sencillas y tranquilas como regar las plantas, doblar o colgar la ropa, ordenar un estante o un cajón. Que todos podamos aprender a estar en compañía de una manera tranquila.
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